La Universidad que construimos con Pilar Aranda, por Cristina Sánchez
Para mi Pilar Aranda es, en sí misma, un referente femenino. Humanista y científica, sensible a la conservación del arte y el patrimonio. Apasionada de la docencia como vehículo para la formación de jóvenes y mayores, como forma de construir sociedades más evolucionadas sobre la base de personas competitivas y con valores. Comprometida con los estudiantes, trabaja cada día por proporcionar un entorno personal amable y constructivo desde el que el proceso de enseñanza y aprendizaje ocurra de manera más efectiva. Comprometida con las personas, con sus derechos, y preocupada por su promoción, ha logrado una mejora muy significativa de las condiciones laborales del personal docente e investigador durante su primer mandato, y marca como prioritario, la mejora laboral del personal de administración y servicios en este segundo periodo.
Orgullosa de la entidad a la que representa, es la mejor abanderada posible de la Universidad de Granada fuera de nuestros campus. Hace llegar de manera efectiva la voz, reflexiones y necesidades de esta Universidad a todos los ámbitos territoriales, donde su presencia siempre es clave. Cercana a las personas, posee la sensibilidad para detectar sus problemas, y la solidez para encontrar sus vías de resolución. Es integradora, conciliadora y pacífica, cualidades que proyecta y marca el espíritu de esta entidad.
Después de cuatro años conduciendo la Universidad de Granada, ésta ya lleva la esencia de Pilar Aranda, de su entusiasmo, su trabajo incansable, su positividad y optimismo, su apertura a nuevos enfoques y retos, su fascinación por la evolución y el progreso. La historia de la Universidad de Granada ya lleva su impronta. Una Universidad renovada, más fresca y dinámica, cuyos miembros destilan rigor en el trabajo, pero también entusiasmo, infundidos en gran parte por Pilar Aranda.
Tradición y futuro de la Universidad de Granada, los dos pilares sobre los que se sustenta. Atraída a partes iguales por estas dos vertientes, es respetuosa con la historia de semejante entidad, mientras tiene en el horizonte su exitoso posicionamiento internacional. Su profunda sensatez, ha hecho posible, a pesar de la severa recesión económica que ha condicionado su primer mandato, la consecución de muy relevantes avances, lo que hace prever aún mejores resultados de cara a un segundo mandato, razón que lleva a afrontarlo con optimismo.
A estas alturas de mi reflexión, no puedo concluir sin manifestar que soy discípula científica también de Pilar, y que me siento privilegiada de haber podido contagiarme de apenas algunas pinceladas de todo lo positivo que ella proyecta. Para mi es todo un referente.
Convencida de que efectivamente la Rectora Aranda ha conseguido una Universidad mejor que la que se encontró, animo a la comunidad universitaria a respaldarla activamente en las urnas como manifestación de reciprocidad, y como vía para su legitimación como Rectora, por cuatro años más de éxitos y de humanidad.
Cristina Sánchez González
Profesora Titular de Fisiología
Secretaria del Centro de Investigación Biomédica
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