Introducción

El camino hacia la excelencia es posible cuando se hace a partir de una ruta trazada desde la coherencia, el compromiso y la responsabilidad, poniendo el conocimiento en el lugar central de la actividad académica. Para ello, durante estos cuatro años, se ha hecho un gran esfuerzo para afianzar y armonizar la oferta de estudios de Grado, Máster y Doctorado que, de una manera dialogada y participativa, y tomando como eje las fortalezas de nuestra Universidad, ha permitido potenciar una oferta diferenciada respecto a las Universidades del entorno. Algunos de esos rasgos diferenciadores se han canalizado, a través de una activa política lingüística que promueve la internacionalización de nuestras titulaciones proyectando hacia el futuro una mayor y más constante oferta de asignaturas en lengua extranjera, a través de la formación curricular en diseño universal para todas las personas y a través de medidas de acción positiva de atención al alumnado con discapacidad y otras necesidades especiales de apoyo educativo.

Estas acciones diferenciadoras se han contemplado como propuestas específicas en los sucesivos planes de ordenación docente a lo largo de este periodo. En estos planes también se ha fomentado la mejora de la actividad docente con actuaciones para evitar la fragmentación en la asignación de la docencia, se ha avanzado en la redefinición del número máximo de estudiantes por grupo y en la estandarización de los datos y la transparencia sobre el potencial, encargo docente, reducciones y compensaciones del profesorado.

Asimismo, esta gestión se ha visto acompañada de una intensa actividad normativa. Se ha tomado como base lo ya existente, al tiempo que se han tomado en cuenta nuevas situaciones, demandas y necesidades, que han supuesto introducir cambios importantes y el diseño de normas y directrices en relación con un escenario cambiante y adaptado a la nueva realidad universitaria. Aspectos como la evaluación y calificación de los estudiantes, su permanencia, el reconocimiento y transferencia de créditos, la venia docendi y otros muchos aspectos han requerido un análisis, una interpretación y una adecuación a ese horizonte. Especialmente importante aquí ha sido la apuesta por la implantación de un nuevo calendario académico para estudios de Grado que ha representado una apuesta decidida hacia el futuro en sintonía con la mayoría de las Universidades españolas, que facilita la movilidad de los estudiantes y el acceso a estudios de posgrado con un mayor abanico de posibilidades.

Los estudios de Máster y los programas de Doctorado han representado también un referente de la estrategia académica de la Universidad de Granada impulsando, entre otras acciones, programas de virtualización de las enseñanzas no presenciales de Máster y la participación de empresas y otros organismos e instituciones externas en el desarrollo de los mismos ayudando a consolidar, de igual modo, las prácticas externas en ellos. Asimismo, se ha puesto en marcha una política activa de desarrollo estratégico y visibilización de las Escuelas Doctorales con medidas como Three-Minute Thesis, Premios Extraordinarios de Doctorado, International Doctoral Summer Schools, Informe de Productividad de Tesis Doctorales o la asistencia a eventos de redes y conferencias nacionales e internacionales.

Para la Universidad de Granada el valor del aprendizaje trasciende el marco y la estructura de los títulos oficiales y se proyecta como algo permanente basado en el principio del aprendizaje para toda la vida (Lifelong Learning) o la puesta en marcha de una oferta formativa específica para personas mayores, habiéndose realizado una amplia oferta de títulos de enseñanzas propias, potenciando la colaboración con empresas y sectores profesionales.

Nada de lo anterior hubiera sido posible si no es desde una optimización en todos los procesos que se relacionan con la gestión académica y administrativa de los títulos de Grado, Máster y Doctorado, realizada también desde la acción responsable y compartida entre los distintos sectores de la comunidad universitaria que ha permitido culminar con éxito los procedimientos iniciados para la verificación de un número importante de nuevas titulaciones de Máster, la renovación de la acreditación inicial de la oferta formativa en Grado, Máster y Doctorado en la que la Universidad de Granada ha podido demostrar que se están cumpliendo los compromisos adquiridos en los planes de estudio conducentes a la obtención de títulos oficiales, y los seguimientos internos y externos de todas sus titulaciones de conformidad con lo establecido en los Sistemas de Garantía de la Calidad contemplados.

En qué dirección queremos avanzar: Objetivos y retos (2019-2023)

La programación universitaria constituye, además del marco necesario que guía la planificación y la coordinación de las enseñanzas de todo el sistema de educación superior, el instrumento que permite a las Universidades el establecimiento de un plan estratégico para los estudios de Grado, Máster y Doctorado. Este plan articula un sistema equilibrado y sostenible en el que debe primar la excelencia y el cumplimiento de los compromisos alcanzados con las administraciones educativas y con la sociedad.

En este momento podemos afirmar que la Universidad de Granada ha desarrollado de forma eficiente un mapa de titulaciones que, en consonancia con todo lo anterior, también apuesta por seguir explorando nuevos horizontes. En este mapa apostamos por dar cabida a nuevas iniciativas y fortalecer las que ya venimos realizando: los programas conjuntos de estudios oficiales, el desarrollo de programas académicos integrados, la mención dual en Grado y Máster, el diseño de modalidades de aprendizaje en enseñanza no presencial y semipresencial y la apuesta constante por el fomento y la promoción de acciones que favorezcan la internacionalización de las enseñanzas universitarias en todos los niveles. Para esto último resulta crucial construir sobre las múltiples alianzas consolidadas que sostiene la UGR con instituciones internacionales de educación superior de todos los continentes para ir más allá de una política de movilidad internacional e implantar una verdadera política de internacionalización para todos, mediante acciones de internacionalización en casa para toda la comunidad universitaria. Para ello será clave la implantación del plan de trabajo del consorcio ARQUS.

No podemos olvidar tampoco la relación con la empleabilidad y el emprendimiento en el marco de una sociedad que demanda cada vez más la capacitación y cualificación académica y profesional de los egresados.

Nuestro proyecto de Universidad representa un nuevo impulso para avanzar en una docencia de excelencia. El estudiantado es el sujeto prioritario y activo del proceso de aprendizaje y formación y, por tanto, la razón de ser de la actividad docente. Además, destaca la alta cualificación intelectual y profesionalidad de sus docentes, que se actualizan continuamente y se ajustan a los nuevos perfiles y necesidades de los estudiantes.

La excelencia de la docencia debe necesariamente combinar excelentes docentes con excelentes estudiantes, la unión de ambos se retroalimenta y potencia, convirtiéndose no solo en una aspiración para el sistema educativo, sino en una exigencia moral para con las nuevas generaciones.

Estamos en una época de cambios y la Universidad tiene que ser sensible a todos ellos aspirando a dar respuesta a los intereses y expectativas de una comunidad que tiene que seguir haciendo de la excelencia uno de sus principios directores. Por todo ello, nuestro reto para el futuro debe ser seguir impulsando una docencia de calidad al más alto nivel, que favorezca la integración de nuestros egresados en el ámbito laboral.

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