Proyecto Campus Cartuja (haciendo campus, haciendo ciudad), por Javier López Gijón

Es poco conocido que lo que actualmente es el campus de Cartuja (cerro de Aynadamar), fue en la época andalusí y después con los cartujos y jesuitas un vergel. Para hacernos una idea de cómo fue podemos ver la descripción que hace Ibn Battuta en el s. XIV: “Uno de los más lindos sitios de la ciudad (…) es una montaña en la que se ven huertos y jardines; ninguna otra ciudad se puede alabar de nada semejante”. En el s. XVI Navaggiero nos dice sobre el mismo lugar: “Es uno de los sitios más bellos y alegres que pudieran encontrarse; tiene hermosas vistas y es lugar retirado del concurso de la gente, pero muy apacible, verde, lleno de fuentes y arrayanes”.

También parece claro que el campus de Cartuja actualmente no es un campus, es más bien un conglomerado de edificios, con poco orden y sin concierto. Hasta ahora se ha tratado con muy poca sensibilidad, es un sitio que no invita a estar, a pasear, a disfrutar del espacio.

Uno de los objetivos del Proyecto campus Cartuja (PCC) es convertir este conglomerado en lo que entendemos por un campus. Igualmente se pretende  restaurar lo que fue un “paisaje cultural”. Se trata de recuperar el cerro de Aynadamar, despertar el “genio del lugar”, que ahora duerme.

El  PCC fue presentado públicamente por Pilar Aranda en 2016, comentó: “El campus de Cartuja se transformará en un gran foco cultural para Granada”. Se organizó como una de las primeras actividades una exposición sobre el devenir del cerro de Cartuja en la crujía del Rectorado, con un excelente catálogo y un video dando una visión general de la evolución del cerro. Se ha firmado un acuerdo con Emasagra para recuperar el albercón de Aynadamar, lo que permitirá poder disfrutar de una alberca andalusí en el campus y convertir la zona en un jardín, donde poder pasear y disfrutar de hermosas vistas a la ciudad y su vega. En esta zona alta del cerro se están realizando excavaciones arqueológicas. El jardín que se encuentra delante del colegio Máximo, que en sus orígenes procede del s. XIX con los jesuitas, va a ser restaurado, y puesto al servicio de la gente como lugar de lectura, de paseo  y de liberación de libros, actualmente es más bien un aparcamiento.

Entre los objetivos que persigue el PCC podemos citar una sensibilización sobre el paisaje, convirtiendo el espacio actual en un “paisaje cultural”. Incluir el cerro de Aynadamar dentro del turismo cultural de la ciudad, no podemos olvidar que en Cartuja hay tres Bienes de Interés Cultural, uno de la Iglesia (monasterio de Cartuja) y dos de la Universidad: el colegio Máximo y el alfar romano. El colegio Máximo alberga el espacio bibliotecario más antiguo de Granada que no ha dejado de ser biblioteca. Las vistas de la ciudad, desde la parte alta, donde se encuentra el belvedere, son impresionantes. Igualmente cuenta con edificios singulares, como el Observatorio. Tampoco podemos olvidar que esta actuación en el campus de Cartuja se realiza en la zona norte de Granada, la que cuenta con el mayor paro y un gran número de problemas estructurales.

De alguna manera podemos decir que lo que se pretende es que el campus de Cartuja pase de ser un sitio a un lugar. Entendiendo por sitio la situación actual, un espacio anodino, sin personalidad. Y por lugar un espacio singular, con encanto e inspirador.

En una palabra, se pretende hacer campus, que es también hacer ciudad.

Javier López Gijón

Profesor en la Facultad de Comunicación y Documentación

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